Osteopatía
La osteopatía trata a la persona en su holismo, es decir, el abordaje del osteópata es integral centrándose en la persona, no solo en su patología, teniendo en cuenta todos los factores biopsicosociales que la rodean.
El osteópata sólo con la ayuda de sus manos, trabajará para erradicar la lesión funcional que padece la persona, permitiendo de esta forma que el cuerpo vuelva a su estado de óptimo rendimiento, y paliará en la medida de sus posibilidades las lesiones crónicas estructuradas, con la finalidad de dar una mayor calidad de vida.
Osteopatía estructural
El campo más conocido. Se ocupará de restablecer la armonía general del sistema musculo-esquelético.
Osteopatía visceral
La osteopatía es sumamente eficaz para el tratamiento de lesiones viscerales, eliminando tesiones, fijaciones y restricciones de movilidad, que repercutirán sobre la salud general de la persona.
Osteopatía sacro-craneal
En este campo, el osteópata pondrá sus manos sobre el cuerpo de forma sutil, para restablecer la libertad de los micromovimientos del cuerpo, permitiendo tratar dolencias como cefaleas, migrañas, problemas oculares, problemas olfatorios, otitis, etc.
Osteopatía funcional
Es un tipo de tratamiento muy sutil que nos permite abordar con eficacia cualquier paciente que lo requiera.
Osteopatía somato-emocional
Se erradicarán las tensiones corporales derivadas de la tensión emocional.
Antes, durante y después
Durante el embarazo la osteopatía, eliminará tensiones que pueda padecer la mujer embarazada en la medida de lo posible, gracias a ello la embarazada disfrutar más de su maravilloso estado, pero sobre todo y más importante, la osteopatía será muy eficaz para el parto del niño sea lo menos agresivo posible. Un nacimiento traumático provocará lesiones físicas que perduran durante, principalmente, los primeros años de vida pero que pueden acompañar al nuevo ser durante toda su existencia.